Autor : @protocolorango | El sombrero surge como una necesidad
para protegerse del sol y la lluvia, principalmente entre la comunidad
productora. Su instauración data del antiguo Egipto, donde utilizaban algunos
tocados. Uno de los primeros tipos de sombreros que se utilizaron fue el
denominado gorro frígido, que fue utilizado por los griegos para simbolizar que
todo aquel que lo portara era un esclavo al que se le había otorgado su
libertad. Desde ese momento a nuestra época ha pasado mucho tiempo y ha
otorgado al sombrero diferentes simbologías a lo largo de la historia.
Hablando con algunas personas del entorno estas me
comentaron que “Mi abuelo no salía a la calle sin su sombrero y estrenaba
uno cada año, siempre en las fiestas patronales del municipio” (Arona
en Octubre).
En la actualidad esta prenda que antaño era una reseña
de distinción y de estatus social, formando parte del conjunto de
complementos imprescindible en cualquier armario, tanto de un caballero como de
una respetable señora, ha ido perdiendo seguidores a lo largo del tiempo.
El sombrero tiene un código
de comunicación que se relaciona con el respeto hacia los demás, a
nadie se le ocurriría portar un sombrero en un templo cubierto o no descubrirse
ante el saludo a una dama, aunque este gesto sea, hoy en día, con un gesto a
modos simbólico. En la actualidad llevar un sombrero es una decisión algo
difícil, ya que al haber caído en desuso, nuestros semejantes, sobre todo los
jóvenes, no ven con buenos ojos al portador, incluso algunos establecimientos
como discotecas o bares restringen la entrada aquel que lleve un sombrero de
ala, acorde con su etiqueta.
Bombín, sombrero de copa
alta, chápela, cachorro (fedora), canotier, son algunos de los muchos tipos de
sombreros que en la actualidad podemos encontrar para la
indumentaria masculina. En cuanto a las damas la pamela, el sombrero cloché,
los tocados o la gorra Julieta, son algunos de los tipos que están presentes en
los fondos de armario.
Para ellas el dilema es:
¿Tocados o sombrero?
Esta decisión viene marcada por la hora del día, la
etiqueta se marca en función al acto que acudiremos, bien sea por la mañana,
tarde o noche. Como norma general el tamaño del sombrero o del tocado merma a
medida que crece la hora del día. Es decir, durante el día y hasta mediodía,
las pamelas y los sombreros generosos en su diseño de alas o los tocados
grandes con colores vivos, que pueden incluso tapar parte del rostro,
evitando, eso sí, los dorados, los cristales que se reservan para la noche, son
ideales para deslumbrar a los actos que acudimos.
El rey de la noche de todas
las damas son los tocados, que siempre deben de
estar acorde con el vestido, no olvidar que son parte de los complementos,
aunque tocados y vestido deben de sumar un todo.
Pedrería, cristales,
elementos súper brillantes y luminosos, son los materiales de estos tocados que
dan a las señoras un toque de glamur.
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