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por Emie Martin
por Emie Martin
Existen
grandes errores que pueden arruinar de manera instantánea tu reputación laboral
o incluso pueden hacer que te despidan. Pero usualmente, es la acumulación de
pequeños errores lo que evita que los trabajadores avancen en sus carreras. Los
malos hábitos, tales como responder de mala forma a los correos electrónicos o
estar solo todo el día, podrían ser negativos para tu reputación sin importar
si te des cuenta de ello o no. Aquí te
mostramos 15 malos hábitos que lentamente acabarán con tu credibilidad y que al
final tendrán un alto costo.
1. NO TE ADAPTAS A LA VISIÓN DE
LA COMPAÑÍA
Cada lugar
de trabajo tiene sus propias costumbres sociales. No hacer un esfuerzo para
adaptarte a esta visión puede hacer sentir que rechazas o juzgas a los demás.
Esta actitud de soy-mejor-que-tú aliena a los compañeros de trabajo y te hace
ver como que no te importa generar relaciones positivas con los demás.
2. DAS EXCUSAS
3. HACE EL MENOR ESFUERZO
POSIBLE
Lazy-sales-person.
Incluso si siempre cumples con las fechas de entrega y tu trabajo es de gran
calidad, hacer el menor esfuerzo posible hace que te veas complaciente. Por
otro lado, buscar oportunidades en vez de esperar que lleguen a ti como por arte
de magia, le demuestra a tu jefe que tienes iniciativa y que te preocupas por
futuro en la empresa.
4. NO TERMINAS LO QUE EMPIEZAS
Cuando no
haces lo que dices que vas a hacer, sea ponerle papel a la impresora o copiarle
el reporte a tu vecino de escritorio, te ganas reputación de ser poco
confiable. Mantener tu palabra demuestra que se puede confiar en ti y que se te
pueden delegar responsabilidades a la hora de considerar darte un ascenso.
5. TE VISTES DE MANERA
DESCUIDADA
Una vez que
has logrado conseguir un cierto trabajo, puede ser fácil olvidarte de tu
apariencia. Sin embargo, no preocuparte por tu apariencia tiene un impacto
negativo en tu credibilidad y autoridad y puede hacerte parece como alguien que
no se preocupa. Recuerda el viejo dicho: Vístete para el trabajo que quieres
tener.
6. ERES PESIMISTA
Si sueles
tener una mala actitud, te convertirás en una molestia para tu jefe y eventualmente
puedes afectar de mala forma a tu equipo. Quejarte constantemente hará que no
sea placentero estar cerca de ti y lo más probable es que tu jefe no quiera
mantenerte mucho más tiempo en la compañía.
7. IGNORAS A TUS COMPAÑEROS
Formar lazos
de amistad con tus colegas es tan importante como cultivar la relación que
tienes con tus superiores. Asegúrate de ser conocido y de agradarles a los demás,
de esta forma tus compañeros querrán compartir información importante contigo y
ayudarte cuando lo necesites.
8. ESTÁS A LA DEFENSIVA
Tu jefe no
espera que seas perfecto, pero ponerte a la defensiva cuando te dan una
retroalimentación negativa te hace ver poco profesional. Si no estás dispuesto
a recibir críticas constructivas, tu jefe comprenderá que no estás dispuesto a
esforzarte para mejorar.
9. DEJAS TODO PARA DESPUÉS
Dejar tus
proyectos para último minuto no sólo te estresa, sino que también tiene un
efecto negativo en el progreso de todos quienes dependen de tu parte del
trabajo. Si algo sale mal, es probable que seas el primero a quien culpen.
10. ESCRIBES CORREOS
ELECTRÓNICOS BRUSCOS
No importa
lo amigable que seas en persona, un lenguaje demasiado seco puede ser
fácilmente malinterpretado en un correo electrónico. Incluso si no es intencional,
los correos maleducados inmediatamente acaban con tu reputación en la oficina y
hace que los demás eviten interactuar contigo.
11. NO HACES CONTRIBUCIONES
IMPORTANTES
Decir algo
en una reunión sólo por decirlo no añade nada nuevo. En vez de eso, prepárate
con tiempo y recuerda el principio de ‘más calidad que cantidad’ a la hora de
compartir ideas.
12. SIEMPRE LLEGAS TARDE
Llegar tarde
frecuentemente le muestra a tus compañeros de trabajo que hay algo que te
importa más y que no valoras su tiempo. Te hace ver como alguien irrespetuoso y
que no se preocupa de lo demás, lo que hace difícil que quieran confiar en ti.
No importa lo que tengas que hacer, busca una manera de siempre llegar a
tiempo.
13. NUNCA PARAS DE HABLAR
Sí, es
genial conocer a tus compañeros de trabajo, pero si estás constantemente
socializado es difícil que quienes te rodean puedan completar su trabajo.
Guarda la conversación para la hora de almuerzo y los descansos y evita
molestar a los demás y convertirte en esa persona con quien nadie quiere
trabajar.
14. IGNORAS LOS CORREOS
ELECTRÓNICOS
15. ERES MALEDUCADO
Hacer bien
tu trabajo no significa nada si nadie quiere trabajar contigo. La mala
educación no sólo aleja a tus colegas, además de eso, la mayoría de los jefes
no toleran a los trabajadores poco considerados. Recuerda, ser educado es la
clave para ganarte a los demás.
Visto en
Businessinsider.
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