Vivimos tan
apresuradamente, que muchas veces dejamos a un
lado las normas más elementales de la buena
educación. Si no practicamos continuamente los buenos
hábitos, caeremos en algún momento de descuido, en
actos como el señalado en la imagen. El colocar
los codos sobre la mesa es un gesto de mala educación,
falta de interés en cultivarnos y no tener dominio
sobre nuestros actos cotidianos.
Como Protocolista
o Relacionista, sea útil a sus compañeros de trabajo,
e instruccione al respeto, multiplique en su hogar estos
conocimientos y trasmítale a sus hijos, familiares y amigos estos
detalles que hacen que la vida sea más agradable.
Sus acciones
son multiplicadoras de bienestar, actúe en consecuencia.
Observamos cómo dos invitados colocan los codos sobre la mesa, causando mala impresión a quienes conocen la norma. Aún a pesar de lo informal que puede ser el ambiente, no nos autoriza a relajarnos con las normas de buena educación. Estemos atentos, el hecho de concluir con nuestro plato, no autoriza a realizar estos movimientos que deslucen y contrastan con el caballero que tiene su antebrazo reposando correctamente sobre la mesa.
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