viernes, 17 de julio de 2015

COLORES LITURGICOS



 
"La diversidad de colores en las vestiduras sagradas pretende expresar con más eficacia, aún exteriormente, tanto el carácter propio de los misterios de la fe que se celebran, como el sentido progresivo de la vida cristiana en el transcurso del año litúrgico. Así los cristianos oran con sentimientos diversos evocados también por los colores de las vestiduras litúrgicas. Por un lado, expresan lo característico de los misterios de la fe que se celebran, y por otro lado, exteriorizan con mayor eficacia el sentido progresivo de la vida cristiana a lo largo del año litúrgico. Son como los semáforos para orientar nuestro camino y nuestra peregrinación al cielo. También nosotros nos ponemos un vestido de color según el tiempo, la estación, la fiesta o la circunstancia que celebramos. La Iglesia es pedagoga, maestra que enseña con todo lo que nos ofrece en la liturgia. Desde el Papa Inocencio III (siglos XII y XIII) quedaron como oficiales, para la liturgia, los siguientes colores: blanco, rojo, verde, morado y el negro. Y, aunque el simbolismo de los colores cambia de cultura a cultura, sin embargo, podemos dar a los colores litúrgicos un simbolismo que hasta ahora la Iglesia ha aceptado.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_blanco.pngBLANCO: Se usa en tiempo pascual, tiempo de navidad, fiestas del Señor, de la Virgen, de los ángeles, y de los santos no mártires. Es el color del gozo pascual, de la luz y de la vida. Expresa alegría y pureza.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_rojo.pngROJO:
Se usa el Domingo de Ramos, el Viernes Santo, Pentecostés, fiestas de la Santa Cruz, de los Apóstoles, Evangelistas y Santos Mártires. Significa el don del Espíritu Santo que nos hace capaces de testimoniar la propia fe aún hasta derramar la sangre en el martirio. Es el color de la sangre y del fuego y por eso es el que mejor simboliza el incendio de la caridad y el heroísmo del martirio o sacrificio por Cristo.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_verde.pngVERDE: Se usa en el tiempo ordinario (período que va desde el Bautismo del Señor hasta Cuaresma y de Pentecostés a Adviento). Expresa la juventud de la Iglesia, el resurgir de una vida nueva. Se usa en los oficios y Misas del «ciclo anual». Indica la esperanza de la criatura regenerada y el ansia del eterno descanso. Es también signo de vida y de frescura y lozanía del alma cristiana y de la savia de la gracia de Dios. Se usa los domingos y días de semana del tiempo ordinario. En la vida ordinaria debemos caminar con la esperanza puesta en el Cielo.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_morado.pngMORADO:
Indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús, el espíritu de penitencia; por eso se usa en adviento, cuaresma y liturgia de difuntos. Es el rojo y negro amortiguados o si se quiere, un color oscuro y como impregnado de sangre; es signo de penitencia, de humildad y modestia; color que convida al retiro espiritual y a una vida algo más austera y sencilla, exenta de fiestas. Se emplea también en las vigilias, Sacramentos de Penitencia, unción de enfermos, bendición de la ceniza. Y hoy reemplaza al negro, que se utilizaba en las exequias de difuntos. Es signo de penitencia y austeridad.

http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_dorado.pngDORADO  o PLATEADO: Subraya la importancia de las grandes fiestas. En los días más solemnes pueden emplearse ornamentos más nobles, aunque no sean del color del día
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_rosa.pngROSA: Subraya el gozo por la cercanía del Salvador el Tercer Domingo de Adviento, e indica una pausa en el rigor penitencial el Cuarto Domingo de Cuaresma. Es símbolo de alegría, pero de una alegría efímera, propia solamente de algunos días felices, de las estaciones floridas de cierta edad. Se puede usar en los domingos Gaudete y Laetare (tercer domingo de Adviento y Cuaresma, respectivamente). Es para recordar a los ayunadores y penitentes de esas dos temporadas la cercanía de la Navidad y Pascua. Es símbolo de alegría, pero de una alegría efímera.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_azul.pngAZUL: Indica las fiestas Marianas, sobre la Inmaculada Concepción. Es el color del cielo.
http://webexpress3.com/aaa_clientes/tallereseclesiasticosbelen2014/colores_negro.pngNEGRO: Expresión de duelo.
Todos estos colores deben estar marcados también en nuestro corazón.  Debemos vivir con el vestido blanco de la pureza, de la inocencia. Reconquistar la pureza con nuestra vida santa. Debemos vivir con el vestido rojo del amor apasionado a Cristo, hasta el punto de estar dispuesto a dar nuestra vida por Cristo, como los mártires. Debemos vivir el color verde de la esperanza teologal, en estos momentos duros de nuestro mundo, tendiendo siempre la mirada hacia la eternidad.   Debemos vivir el vestido morado o violeta, pues la penitencia, la humildad y la modestia deben ser alimento y actitudes de nuestra vida cristiana. Debemos vivir el vestido rosa, solo de vez en cuando, pues toda alegría humana es efímera y pasajera. Debemos vivir con el vestido azul mirando continuamente el cielo, aunque tengamos los pies en la tierra." .(viene de Te Deum)"
 
 
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