- La parte superior
de las copas deben finalizar en forma cónica al interior
- El cristal de las
copas debe ser transparente para apreciar la tonalidad del vino
- Una copa para vino
no deberá llenarse nunca, esto es para mantener su temperatura y no dejar
escapar sus aromas
- Vinos blancos.
Las copas de vino blanco deben ser más pequeñas a comparación de los vinos
tintos. Por lo que son copas más pequeñas y estrechas, lo que ayudará a
mantener una temperatura fría por más tiempo. No debe llenarse por más de 1/3
de capacidad.
- Vinos tintos. Las
copas de vino tinto deberán ser más grandes que las de vino blanco. La copa
deberá ser ancha, de gran cavidad y abombada, esto dejará al vino respirar y
liberar todos sus aromas. Debe llenarse a no más de 2/3 de su capacidad.
- Vinos dulces.
Para los vinos dulces se necesita una copa de talle largo y en su apertura se
acentúa. Ésta apertura hace que el líquido sea dirigido a la punta de la
lengua, más sensible a la dulzura con el objetivo de equilibrar los sabores del
vino.

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