Como cada año la ceremonia de entrega de los
premios Nobel va seguida del banquete oficial que se ofrece en el Ayuntamiento
de Estocolmo. Un banquete para 1.300 invitados entre los que además de los
premiados y sus familiares, están
miembros de la Academia, el Gobierno, el cuerpo diplomático, la familia real
sueca y representantes del mundo cultural y empresarial. Desde 1934, el
Ayuntamiento de Estocolmo es el enclave elegido debido al gran número de
invitados, pero no ha sido el único: desde sus orígenes, en 1901, con tan sólo 113 invitados exclusivamente
masculinos, y durante los primeros 29 años y de 1931 a 1933, el banquete se
sirvió en Salón de Espejos del Gran Hotel de Estocolmo, después en el salón
dorado del Ayuntamiento, e incluso durante el levantamiento Húngaro de 1956 se
celebró una pequeña comida en la Academia Sueca, para finalmente en 1974,
establecerse definitivamente en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo.
Para celebrar un banquete de esas características, tan numeroso y de gran formalidad,
es evidente que todo debe ser organizado a la perfección, y por eso el equipo
está compuesto de un director de cáterin, un jefe de sala, un jefe de cocina, 8
jefes de rango, 210 camareros, 5 sumilleres, 20 cocineros, y otras 20 personas
responsables del lavado y transporte de los alimentos. Por supuesto la lista de
la compra para este acontecimiento es impresionante. Para un menú anterior, se
tuvieron que comprar 2.692 pechugas de pichón, 475 colas de langosta, 100 kilos
de patatas, 70 litros de salsa de vinagre de frambuesa, 67 kilos de alcachofas,
53 kilos de queso Philadelphia y 45
kilos de salmón ahumado, entre otras cosas. Todos los preparativos empiezan con tres días
de antelación en base a un calendario estricto para cada una de las personas
encargadas con sus funciones bien detalladas. La preparación del salón es
también fundamental. Durante los primeros años, los invitados se sentaban en mesas dispuestas en forma de herradura.
Hoy en día, se ha cambiado es la disposición y se configura un salón presidido por
una gran mesa rectangular de honor en el centro, rodeada de otras 65 mesas
rectangulares para las que se utilizan 470 metros de mantel. Para el montaje de
las mesas, 30 personas con guantes blancos disponen lentamente las 6.730 piezas
de porcelana, 5.384 de cristalería y 9.422 piezas de cubertería. Con motivo del
90 aniversario de la celebración del premio Nobel en 1991 se ordenó un conjunto
de piezas especialmente para la ocasión. Además cada banquete Nobel tiene un
tema en particular. Esto se refleja en la decoración y el entretenimiento
elegido para la noche. Lirios, orquídeas, gladiolos y rosas en colores
llamativos se utilizan para mejorar el tema de la noche. Las flores se traen desde San Remo, en la Riviera
italiana donde Alfred Nobel pasó los últimos años de su vida, donadas por Turística
de Azienda di Promozione di San Remo, como un homenaje a su memoria. Cada año,
más de 23.000 flores se usan como elemento decorativo con motivo de las
festividades propias de los Premios Nobel. Y no hay banquete sin menú
convirtiéndose sin duda, en el punto culminante del banquete de los Nobel.
Durante las primeras décadas, 'consomés' o sopas claras fueron los entrantes
comunes, pero hoy en día, el principio rector es que los menús deben tener un
toque escandinavo. En septiembre de cada año, tres menús sugeridos por los
chefs seleccionados con impecables credenciales internacionales se presentan a
la Fundación Nobel para su degustación y pruebas. El menú seleccionado, a
continuación, es mantenido en secreto hasta la fecha efectiva del banquete del
Nobel. El menú elegido para este año 2010 ha sido “Galantina de pato con
manzanas, calabaza, verduritas y jalea picante;
Rodaballo trufado frito, con ensalada de invierno con níscalos y salsa
de rabo de buey trufado; y crema bávara
de naranja y chocolate con leche, con sabor a Gammeldansk Bitter y servido con
salsa de naranja”. Los menús de los banquetes de estos premios ofrecen una
interesante historia culinaria de los últimos 100 años. En cuanto a la
etiqueta, en la ceremonia de entrega de los premios en Oslo y Estocolmo, los
invitados están obligados a vestir traje oscuro para caballeros y vestido corto
o largo para las señoras. El banquete de Nobel que sigue en Estocolmo es un
acto estrictamente formal y para los hombres es obligatorio llevar frac, y por
lo tanto las señoras deben vestir traje de noche. El traje nacional también es una alternativa al
frac. Pero si se está invitado a ambos acontecimientos, ceremonia y banquete,
se debe asistir con la vestimenta estrictamente formal. Eso sí, no hay
restricciones en cuanto a color o
diseño. Los guantes largos y el chal, son opcionales. Y los caballeros por
supuesto pueden llevar sus condecoraciones en forma de miniaturas o medallas y bandas o fajas. Tanto para los
premiados como para los invitados siempre es una ceremonia perfectamente
organizada para ser recordada.
"The
Nobel Banquets: The First 100 Years". Nobelprize.org. 14 Dec 2010
http://nobelprize.org/nobel_prizes/award_ceremonies/banquet/menus/soderlind/Pilar
Muiños es Directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Galicia.
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Se sirve por la izquierda y se retira el plato
por la derecha. |
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