viernes, 29 de agosto de 2014

DESPACHO DEL JEFE


El equipo de trabajo -1

Su jefe no es una persona común, por alguna razón válida, ejerce ese cargo. Tiene capacidades que le diferencian de los demás. En teoría debe ser así, pero encontramos algunas veces, jefes que no merecen ocupar ese cargo, porque cuando un jefe inclina la balanza a favor de unos y en detrimento de otros, indistintamente quiénes son  minoría, eso no es ser un buen jefe.  Un buen jefe forja ideas, abre nuevos caminos y posibilidades, demuestra tener virtudes excepcionales, así como un entrenamiento profesional profundo sobre la materia que ejerce, con mucha prudencia y capacidad de análisis, para no caer en una injusticia laboral. 

También encontramos empleados que anteponen sus asuntos personales sobre los asuntos laborales, y su rendimiento es escaso en el horario de trabajo, aunado a los micro líderes que se conjugan en contra del jefe, creando malestar entre unos y otros, interna y externamente, en una lucha intestinal por escalar posiciones, con el rumor, chisme, descalificación y la ciega soberbia de pasarle a la gente por encima, con tal de llegar a la cima.

Lo que todo jefe debe tener claro es, que tiene que hacer su mejor esfuerzo en obtener de sus superiores, una excelente remuneración y beneficio colectivo para sus empleados . Si usted tiene satisfechas las necesidades personales y sociales de sus empleados, como son remuneración y cargo fijo, tiene el 90% de su gente a favor de la empresa. Luche por conseguirles ese pago extra y mejores reivindicaciones, como lo es la estabilidad laboral con cargos fijos, y ubíquelos de acuerdo a su habilidad y aptitud para la función que ejercerán. Usted tiene Manuales de Organización, Cargos y Procedimientos que le permiten conducir, administrar y dinamizar el trabajo, en pro del proyecto de visión y misión de su Despacho. Haga respetar las funciones entre ellos y explíquele muy claro y concreto a su personal, lo que usted espera del trabajo que les designa.

En las organizaciones privadas es más fácil manejar el personal, porque se trabaja en función de resultados, si la empresa no produce, no prospera nadie.

En las organizaciones públicas el asunto no es tan sencillo, la especialización y conocimiento sobre las labores que desempeñan muchas veces son nulas, se improvisa y no hay concentración en las tareas, porque el personal no está comprometido con el Estado  y como diría el profesor eterno de la comunicación social, Doctor Antonio Márquez Morales, no hay un sentimiento de pertenencia. No hay arraigo, porque los cargos son designados en su mayoría, por el gobierno de turno, y los gobiernos van y vienen.

El éxito de una empresa u organismo de Estado, está en el liderazgo decisivo y oportuno de generar cambios tecnológicos, frente a usuarios y clientes cada día más exigentes. Conducir al grupo, mediante la colaboración de ellos, nos permite obtener mejores resultados para el grupo y la empresa. Si su gente no colabora y se implica de manera entusiasta con su proyecto laboral, en este mundo tan competitivo, será más difícil que su organización surja sin el compromiso de mejorar permanentemente en todas las áreas.

Recuerde que la satisfacción de las necesidades económicas, sicológicas y sociales de la gente, es tarea prioritaria, porque una persona satisfecha dentro de la organización, se dedica plenamente al trabajo productivo, alcanzando niveles de excelencia.

 

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